En Arequipa, Perú un hombre borracho mató a su esposa en una práctica sexual extrema: usó un mortero de guerra como juguete sexual, según informa el medio local República.
El esposo de Yubitza Llerena de Mendiburu murió por una hemorragia interna causada por el arma que se la introdujo en el cuerpo, la que medía 40 centímetros y unos seis o siete centímetros de ancho.
Rubén Valera Cornejo, quien es médico y sindicado como el autor del crimen, se justificó ante la policía en que bebieron mucha cerveza y no recuerda qué pasó. El hombre está acusado de feminicidio y tenencia ilegal de armas.