Juan Leiva, de 84 años, pasó casi 9 horas en una comisaría porque se le olvidó cancelar esos frutos. “Pagó con $20 mil un monto de $5.500”, detalló su nieta, aludiendo a lo innecesario del proceso porque él se mostró dispuesto inmediatamente a pagar.
“Mi abuelo no tenía la intencionalidad de robar. Él tiene un árbol de limones en la casa, pero como es viejito, no los alcanza”, aseguró.
Estima que “la primera culpa es de los guardias”, y relató que, tras ser encerrado en un supermercado Jumbo en Quilpué, el anciano llamó a su esposa diciendo: “'Hola negrita, no se preocupe, pasó un percance, no almuerce conmigo pero voy a llegar después’. Pensando él que le iban a tomar los datos y se iba a ir para la casa”.
Sobre las justificaciones al actuar del personal de seguridad, planteó que “esto de ley pareja no es dura me suena a dictadura. Uno tiene que tener criterios en la vida”.
Luego, llegó la policía uniformada. Aclaró que “carabineros lo trató bien, sólo que fueron un poco inoperantes”. Y respecto de su proceder, graficó que “si tú estuvieras en tu casa y te entran a robar una tele, llegan a la hora y tampoco le dan tanta importancia”.
Explicó que su abuelo pasó muchas horas en la comisaría debido a que su huella está algo gastada. Por tanto, “la mandaron a Santiago, la volvían a buscar, y estuvieron así hasta las 9 de la noche”.
Él “desayunó a las 8 de la mañana y recién a las 9 de la noche pudo comer algo”.
“Queremos que Jumbo retire su denuncia, porque mi abuelo quiere estar tranquilo”, planteó Vera, junto con que “ojalá le den no sé si un regalo, un gesto”.
Actualmente, Juan Leiva está “muy, muy afectado, pero reponiéndose de a poco”. “Lo hicieron pasar por una vergüenza y humillación terrible”, concluyó.