La exesposa de Gary Oldman, Donya Florentino, criticó a la Academia por premiar al actor con el Oscar, asegurando que la maltrató física y sicológicamente. El hijo de ambos, Gulliver Flynn Oldman, publicó una carta abierta donde aseguró que eso jamás ocurrió.
El joven señala que “eso nunca ocurrió (las agresiones)” y que “ha sido preocupante y doloroso ver que se vuelven a escribir estas falsas acusaciones contra mi padre”. La denuncia fue desestimada en 2001 por la justicia estadounidense.
Gulliver aseguró que su padre es su “único y verdadero guía”: "La custodia de los hijos no se le da a un golpeador de esposas, y en la mayoría de las circunstancias, casi nunca a un hombre", cerró. Sobre Florentino dijo que ha sido una "persona triste y muy problemática la mayor parte de su vida".