“Si la Presidenta hubiese firmado el decreto el 11 de marzo (…) habría suscitado igual una discusión si ella detentaba o no ya el poder”, explicó el exsecretario de estado. Sin embargo, más allá de estas sutilezas legales, insistió en que “esperar de que en último minuto esto se pudiera implementar, tampoco era realista. Más bien pudo haber sido una señal política, un testimonio”.
Ribera también se refirió a polémica por nombramientos de notarios, que tiene como emblema la renuncia a ese cargo del exfiscal del caso Caval, Luis Toledo, quien fue designado a San Fernando en el gobierno anterior.
Este proceso comienza con ternas elaboradas por cortes de apelaciones, para que finalmente el “ministro de justicia, en un acto de suprema autoridad y mirando al cielo, nombra a la persona”, ironizó. “Vale decir, no hay una transparencia”, Agregó el exministro de justicia.
“Para ser notario o conservador, se requiere tener los votos de los ministros de apelación, y ello puede tender a favorecer o a los miembros de la familia judicial o familiares de políticos”, detalló Ribera. Y para evitar el problema “se requiere una ley pronta”. Sin embargo, esta iniciativa descansa actualmente en el congreso.