El punto negro de la sólida presentación de Jamiroquai en el Festival de Viña del Mar fue la transmisión televisiva del espectáculo.
Las críticas —e infaltables memes— apuntaron al responsable de la televisación del certamen, el director Álex Hernández, con pasos en programas juveniles como Mekano y Yingo.
En redes sociales, los televidentes manifestaron su malestar por el excesivo tiempo que tuvo en pantalla el público y los rostros del espectáculo que estaban en la Quinta Vergara, en desmedro de lo que ocurría arriba del escenario. En varias oportunidades se perdió el foco de la presentación, y varios miembros de la banda comandada por Jay Kay prácticamente no tuvieron pantalla.
Para Sergio Riesenberg, director del festival entre 1981 y 1990, lo realizado por Hernández "Fue una clase magistral de lo que no se debe hacer, sobre todo con un artista como Jamiroquai".
"Me molestó todo por una razón muy simple, no tenían claro el objetivo. En televisión tiene que haber un centro de atención en la pantalla, no varios. No puedes combinar esa cantidad de elementos e imágenes, porque la gente quiere ver a un artista", dijo en diálogo con BioBío.