Entre 1995 y 1997 Monica Lewinsky mantuvo una relación con el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, causando gran revuelo y exposición tanto en el país norteamericano como en el mundo. Ahora la ex becaria de la Casa Blanca replanteó su vínculo con el demócrata y aseguró que no fue consensuada.
Lewinsky escribió un artículo en la revista Vanity Fair donde aseguró que "ahora, a los 44 años, estoy empezando a considerar las implicaciones de las diferencias de poder, tan enormes, entre un presidente y una becaria de la Casa Blanca. Comienzo a considerar la idea de que en tales circunstancias la idea de consenso bien puede resultar irrelevante".
La ex becaria se sumó al movimiento #MeToo y propuso esta nueva arista para tomar conciencia donde “una joven asustada podría ser útil en un caso más amplio contra el presidente de los Estados Unidos".