Ryan Murphy, reconocido creador de series como Glee, llevaba años trabajando para 20th Century Fox, pero un contrato de $300 millones de dólares por cinco años que le puso sobre la mesa Netflix fue suficiente para cambiar de empresa.
La plataforma de streaming lo sumó a su equipo para que desarrolle series y películas durante ese periodo, que puede extenderse al finalizar el vínculo. El también ideólogo de American Horror Story había sido seducido por Fox con un contrato anual de $40 millones de la divisa estadounidense y por Amazon y Hulu.
Netflix, de esta forma, suma al realizador luego de “quitarle” a Shonda Rimes a Disney en agosto de 2017.