En la primera jornada del Festival de Viña del Mar, Miguel Bosé recibió un "premio ícono" por sus diez presentaciones en el certamen, homenaje que fue motivo de burlas y memes por su cuestionable calidad.
Pese a que el cantautor español dijo estar conmovido por el tributo —una especie de collage con fotos suyas en la Quinta Vergara—, lo concreto es que no se lo llevó.
Según publica La Tercera, debido a sus dimensiones, fabricación y peso —tres kilos—, el staff del español decidió que era inviable desplazarlo, ya que el cantante tocó el jueves pasado en Santiago. Además, se resolvió que era difícil embarcarlo en un avión, por lo que Bosé podía enviarlo a sus residencias en España o Panamá.
Por ello, los organizadores del festival se comprometieron a enviárselo "en algún momento a su hogar u oficina".