“Lamentablemente nos han criado con el temor a que nuestro cuerpo siempre tiene que andar cubierto, porque puede venir alguien y nos puede tocar o hacer quizás qué cosa”, agregó esta madre que vive en Concepción.
Respecto de la sugerencia para que se tape en esos momentos, respondió que “si me pongo un paño, lo más probable es que empiece con ella (hija) a pelear con el paño para que se quede en su lugar, y eso efectivamente va a llamar mucho más la atención”.
Aseguró que las miradas lascivas son algo “súper común y súper incómodo. Una se siente observada”. Agregó que “tema de amamantar en público no es sólo que te insulten (…) sufres el acoso también”.
Respecto del hombre que la insultó en un centro comercial, sostuvo que el encargado de seguridad del mall en Concepción conversó con él, quien habría dicho que “mi madre era muy pulcra y nos crio con eso de tener y sentir asco por ciertas cosas”. Sin embargo, no está convencida de llevar a cabo acciones legales: “Me da como ese sentimiento de culpa de quizá denunciarlo y que él no tenga los medios para defenderse”.
“Ni siquiera lo haría con el afán de irme contra él. Para mí esto sería netamente para marcar un precedente”, concluyó Mardones.