Karma instantáneo: en China, un niño se las dio de bromista y comenzó a orinar el panel de botones de un ascensor, aunque su jugarreta no terminó bien para él: quedó atrapado en el elevador.
El registro fue grabado por las cámaras de seguridad de un edificio residencial ubicado en el municipio de Chongqing, y ha dado la vuelta al mundo.
El niño ingresa al elevador, y cuando se cierra la puerta comienza a descargar su orina en el tablero, seguramente muy divertido con su actuar. Sin embargo, cuando va a bajar del ascensor, la puerta no abre y los botones comienzan a parpadear, y luego todo se va a negro.
El muchacho, que seguramente se la pensará dos veces antes de hacer algo así, tuvo que ser salvado por los bomberos.