Novias virtuales, amigos de alquiler para Instagram, citas falsas y hasta figuras parentales de mentira son tendencia en Japón. Para muchos puede ser una locura, pero en el país asiático es un negocio muy rentable donde buscan resolver el "problema de las apariencias".
Yuichi Ishii llevó a cabo la idea forjó la idea luego de acompañar a una amiga, madre soltera, y hacerse pasar por su marido durante una entrevista de acceso para una guardería privada de Tokio donde no aceptaban a niños de familias monoparentales. Esto, que resultaba una injusticia para él, lo llevó a formar una empresa.
En ella cuenta con 1.200 empleados o "actores", como los llama, y dispone de un amplio menú que incluye el alquiler por horas de amigos, padres, madres, maridos, esposas, novios, hijos o compañeros de trabajo.
Esta idea fue replicada por otras compañías, lo que se ha traducido en un problema para los japoneses, ya que ha ayudado en el desplome del número de matrimonios y al acelerado envejecimiento demográfico en Japón.