Las doradas dunas colindantes con la ciudad de Aïn Séfra (provincia de Naama, norte de Argelia) se tiñeron de blanco el pasado domingo después de que una atípica tormenta de nieve cayera sobre la zona, según ha publicado este lunes el diario Express. La nevada ha producido una capa de 40 centímetros de grosor.
Este fenómeno ocurrió por tercer año consecutivo, donde los 35.000 vecinos de la localidad ven caer copos de nieve sobre el desierto del Sáhara (diciembre de 2016, enero de 2017 y 2018), un fenómeno que no se producía desde hace 37 años, cuando el pueblo vivió el 18 de febrero de 1979 una nevada durante media hora.
La tormenta se originó a consecuencia de la ola de frío que ha azotado este fin de semana Estados Unidos y Europa. La alta presión provocó que el frente se desplazase al norte de África, según ha informado un portavoz de Met Office este lunes. "Con las presiones altas el clima frío se extiende hacia el sur más de lo normal", ha explicado el experto, según publica El País.
Las ráfagas del año pasado provocaron retenciones en las carreteras, con pasajeros atrapados en autobuses a consecuencia del hielo y la nieve en las calzadas, en algunas zonas hasta con un metro de grosor, según informó en su día el diario Daily Mail. Pese a ello, los niños salieron a la calle para hacer muñecos de nieve y carreras de trineos sobre las dunas de nieve a las puertas del desierto.