Lorde es la protagonista de la gran polémica de los premios Grammy 2018, después que le negaran presentarse en vivo durante la ceremonia de entrega.
A la neozelandesa sólo se le ofreció ser parte de un tributo al fallecido Tom Petty, y no interpretar una de sus canciones. La artista estaba nominada a Mejor disco del año, y curiosamente, a todos sus contendores —hombres— sí se les otorgó la posibilidad de subir al escenario y cantar un tema de su autoría.
Finalmente la cantante rehusó a ser parte del homenaje a Petty, e incluso se marginó de la alfombra roja. Horas después del incidente, la responsable de "Royals" le envió un indirecto pero claro mensaje a los organizadores del Grammy.
"Si están debatiendo si puedo romperla arriba de un escenario, vengan y véanlo ustedes mismos", escribió en su cuenta de Twitter, junto a un link al itinerario de su tour.