El bicampeón del Dakar en quads, Ignacio Casale aseguró que “antes de que me llamara mi mamá, me llamó” Sebastián Piñera, luego de su triunfo en 2018. Además, agregó que "el 1 de marzo me subo a la moto y no paro de entrenar hasta el 26, 27 de diciembre".
Respecto de su preparación, indicó que “son unas 10, 8 horas por día” en el quad en el desierto diariamente. Este tipo de entrenamiento “para un evento (como el Dakar), es muy desgastante. Mucho viaje para el norte, muchas horas en el taller, muchas horas en el gimnasio”, agregó.
Y si bien ha tenido históricamente buenas presentaciones en la competencia, admitió que “es muy difícil mantenerse motivado durante todo el año”.
Por ello, cuenta con apoyo psicológico, ya que “tienes frustraciones, desmotivaciones, presión y todo eso hay que saber manejarlo”.
Sobre su futuro, Casale admitió que “si quisiera estirar la carrera, pedo estirarla hasta los 35, 36 años”, vale decir, unos 5, 6 años más.
Reconoció que “me gustaría pasar en alguna ocasión a los autos”, aunque se mostró cauteloso, ya que “me ha costado 9 años armarme este nombre, y echarlo a perder o tirar a la basura todo lo que hemos construido, te puede tomar un día”.