La alegría de un labrador de doce años no tuvo límite cuando literalmente metió las narices en la caja navideña y abrió su regalo. De la caja se asomó un pequeño cachorro lleno de curiosidad. Meneando la cola, el viejo perro enseguida se echó a olfatear a su nuevo amigo.
Los dueños de Cash, que residen en Ortonville, Estados Unidos, se emocionaron al observar la tierna escena y los grabaron juntos. Comentaron que el perro antes no estaba solo y tenía una compañera llamada Rosie, pero hace tres años la perra murió y desde entonces Cash estuvo triste, según recoge The Daily Mail.
Ahora los ojos del perro brillan de felicidad y puedes verlo a continuación: