El pasado mes de septiembre, el cantante británico Robbie Williams suspendió los conciertos de su gira en Moscú y San Petersburgo por “enfermedad”. En octubre, publicaba un video en su canal de YouTube en el que aseguraba estar recuperándose, pero ha sido ahora cuando el artista ha desvelado los motivos reales que le llevaron a bajarse de los escenarios temporalmente: estuvo una semana en la unidad de cuidados intensivos después de que los médicos le encontraran unas anomalías en el cerebro y lo que en un primer momento parecía una hemorragia.
“Mi brazo izquierdo se entumeció y no dejaba de babear por un lado de boca”, ha contado Williams a The Sun. “Tenía dolor de cabeza y también tenía problemas para respirar”, ha contado al diario británico sobre los momentos que vivió en el backstage de su concierto del 2 de septiembre en Zúrich, según publicó El País.
Ahora se encuentra bien, pero este episodio hizo que Robbie Williams, que lleva 18 años sobrio tras sus problemas con el alcohol, haya pensado mucho sobre su vida. “Esto me enseñó que tengo 43 años y no 23, y que tengo que cuidar mejor de mi mente y mi cuerpo”.