El portaviones HMS Queen Elizabeth, joya de la Marina británica, fue inaugurado por la reina Isabel II en una gran ceremonia, donde afirmó que “es el más poderosos y capaz barco que alguna vez haya alzado el Estandarte Blanco”.
La estrepitosa presentación del barco estuvo a la altura de su caída: A los once días presentó fallas porque un sello de goma inflable ubicado alrededor de uno de los ejes de la hélice provocó que se filtraran 200 litros de agua por hora, según publicó The Sun.
El portaviones quedó inutilizable y marcó un gran bochorno para los sobrios y pulcros ingleses.