Audrey Hepburn falleció en 1993 de cáncer y una de las tantas polémicas que dejó la actriz fue su testamento. Dos hijos se disputaron la herencia de la protagonista de Desayuno en Tifanny y 24 años después se conoció a quién dejó su patrimonio.
Según el documento, Hepburn cedió a sus hijos los derechos sobre su nombre, los ingresos de todas sus películas y varias joyas de Bulgari y Tiffany's. Sin embargo, sus objetos más valiosos quedaron en manos de sus amigos más cercanos como del célebre modisto francés, Hubert de Givenchy.