La Viuda Negra de Japón fue condenada este martes a la horca por el asesinato de tres de sus exparejas y el intento de asesinato de una cuarta. La forma que utilizaba para dar término a las vidas de estos hombres era envenenándolos con cianuro.
Chisako Kakehi tiene 70 años y se hizo una fortuna de mil millones de yenes, unos 5 mil millones de pesos chilenos, ya que motivaba a sus parejas a que la hicieran beneficiaria de sus seguros de vida antes de matarlos.
Ayako Nakagawa, el juez del caso, rechazó los argumentos de la defensa quienes decían que la acusada no podía ser responsable de los crímenes por sufrir demencia y señaló que "los casos habían sido bien preparados con antelación". Agregó que cuando Kakehi realizó su último asesinato, en 2013, su estado mental era bueno. "Es un atroz crimen motivado por la avaricia. La condena de muerte no puede ser evitada incluso teniendo en cuenta la demencia y otros factores", afirmó el juez, según informa The Japan Times.
La acusada no mostró emociones tras la sentencia. Se negó a hablar cuando comenzó el juicio en junio de este año, pero luego admitió el asesinato de su marido en diciembre de 2013, al mes de casarse con él. "Lo maté porque daba a otras mujeres decenas de miles de yenes mientras que a mí no me daba un centavo", explicó al jurado. Afirmó "estar preparada" para ser ahorcada. "Incluso si mañana fuera ejecutada, moriría sonriendo", dijo.
Chisako estuvo con al menos 10 hombres, entre ancianos o enfermos, a quienes contactaba mediante agencias de citas. Dentro de sus exigencias, buscaba a hombres millonarios con un sueldo anual de más de 10 millones de yenes (55 millones de pesos chilenos, aproximado). Su primera víctima fue en 2007 y no fue hasta el 2014 el año en que fue detenida por la muerte de su marido el año anterior. Desde entonces que la policía pudo vincularla con la muerte de dos de sus parejas donde encontraron restos de cianuro.
La fortuna que generó acabó por endeudarla en el mercado bursátil.
La expectativa del caso, en Japón, llevó a unas 560 personas que hicieron filar para asistir a la sentencia de la Viuda Negra, apodo acuñado en relación a la araña hembra que mata al macho tras copular.