El Primer Ministro de Francia, Edouard Philippe, confirmó lo propuesto por el Gobierno del país en el que se prohíbe el uso del llamado "lenguaje inclusivo" en cualquier texto oficial.
Conceptos tales como "todos y todas", "ciudadanos y ciudadanas" o "niños y niñas" que tenía por fin incluir sufijos femeninos en sustantivos masculinos, ya no se usarán. Según grupos feministas, reclaman que el lenguaje masculino no es neutro.
“Más allá del respeto del formalismo propio de las actas de naturaleza jurídica, las administraciones dependientes del Estado deben adecuarse a las reglas gramaticales y sintácticas, principalmente por razones de inteligibilidad y de claridad”, apunta el documento del Gobierno.
Sin embargo, las autoridades indican que existirán excepciones a esta norma: la publicación de convocatorias públicas de empleo sí incluirá el masculino y el femenino, para evitar caer en una preferencia de género.
El gobierno se alineó a la Academia Francesa de la Lengua quienes advirtieron que “ante esta aberración ‘inclusiva’, la lengua francesa se encuentra ahora en peligro mortal y nuestra nación es, desde hoy, responsable ante las generaciones futuras”.
Lo mismo ocurre con la Real Academia de la Lengua Española (RAE): “Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niña. Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico”, afirma la institución y explica que el uso del femenino “solo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto”.