El ganador del Oscar a Mejor Actor, Daniel Day-Lewis, confirmó su retiro de la actuación. En junio de este año anunció que su rol en la película de Paul Thomas Anderson, Phantom Thread, sería su último papel. En una reciente entrevista, afirmó la seriedad con que se está tomando esta decisión.
"Sé que es poco característico de explicarlo en una frase, pero quería dibujar una línea. No quería absorberme en otro proyecto. Toda mi vida, he divagado en cómo terminar con la actuación, y no sabía por qué en esta oportunidad fue diferente, pero el impulso de renunciar generó raíces en mí, y eso se convirtió en una compulsión. Era algo que tenía que hacer", dijo el actor.
Luego de confirmar que su decisión lo dejó triste, agregó "y esa es la forma correcta de sentirse. ¿Qué tan extraño sería esto si tan solo fuese un paso hacia una nueva vida? He estado interesado en la actuación desde los 12 años, y antes, cualquier cosa más allá del teatro, fue tirado a las sombras. Cuando comencé, fue una cuestión de salvación. Ahora, quiero explorar el mundo de manera distinta".
"No sé por qué pero de repente tuve un fuerte deseo de contar una historia inglesa. Inglaterra está muy dentro de mí. Estoy hecho de esa cosa. Por mucho tiempo, una película que fue localizado en Inglaterra fue lo más cercano al mundo al cual escaparía, dormitorios de dibujos, Shakespear clásico, Downton Abbey no me interesaron. Pero estaba fascinado con Lóndres después de la guerra. Mis padres me contaron historias sobre vivir a través del Blitz, y sentí que había integrado eso. Soy un sentimental sobre ese mundo. Y mi papá se parecía mucho a Reynolds Woodcock. Si un poeta no es auto-absorbido, ¿qué más puede hacer?", explicó Day-Lewis.
"Antes de hacer la película, no sabía que iba a parar de actuar. Sí sé que Paul y yo reímos mucho cuando hicimos la película. Y paramos de reír porque estábamos abrumados por un sentimiento de tristeza. Eso nos impresionó: no nos dimos cuenta a qué cosa dimos a luz. Fue difícil vivir con eso. Y todavía lo es", concluyó.