Han pasado cuatro años desde que terminó la serie Breaking Bad, pero sus fanáticos aún no olvidan su éxito y visitan los lugares donde se rodaron las escenas.
La familia Quintana, de Alburquerque, Nuevo México, rentó su hogar para que se grabara ahí parte de la serie. Lo que parecía un buen negocio se transformó en acoso hacia los dueños.
El peregrinaje de los fanáticos a la casa es constante. En menos de 15 minutos, un periodista del canal KOB 4, contó a 10 turistas en el lugar.
Si bien, la mayoría se comportan correctamente, otros se llevan las piedras que hay en la entrada e incluso tocan la puerta de los Quintana para que saquen sus autos y puedan tomarse una selfie perfecta.
"Si quieren llevarse piedras, que vayan al desierto. Ahí está lleno y son gratis", dice la hija de los dueños, Joanne Quintana.
La gota que colmó el vaso fue que algunos turistas arrojaron pizzas al tejado de la vivienda, emulando esa escena tan mítica de la serie en la que Walter trata de reconciliarse con Skyler.
La familia ha decidido construir una valla para que los curiosos dejen de traspasar los límites del lugar y por fin puedan vivir tranquilos.
"Ellos hicieron sentir la necesidad de cerrar nuestro garage. Dicen 'sal de la foto'... Nos dicen qué debemos hacer en nuestra propia propiedad", dice Joanne.