La empresa Three Square Market, con sede en Wisconsin, le hizo una propuesta bastante curiosa a sus trabajadores: implantarles un microship.
El dispositivo, que tiene el tamaño de un grano de arroz, se coloca en las manos —entre el índice y el pulgar— y ofrece la posibilidad de conectarse al computador, hacer fotocopias y comprar snacks en las máquinas dispensadoras, todo de manera automática.
Un dispositivo que funciona de forma muy similar al de las tarjetas de crédito sin contacto o los chips de identificación para mascotas, a la que 50 empleados ya accedieron a implantarse.
Según explicó la compañía, el microchip no atentará contra la privacidad de sus empleados, ya que los datos almacenados están encriptados y no pueden ser rastreados por GPS.
Los implantes, procedentes de la empresa sueca BioHax Internacional, forman parte de una prueba a largo plazo que determinará si el dispositivo tendrá aplicaciones comerciales más amplias informó Reuters