Ivanka Trump condenó a través de Twitter los ataques y la violencia con que los supremacistas blancos y neo-nazis reaccionaron en Charlottesville, Virginia, en protesta por la remoción de la estatua del General Confederado, Robert Lee.
Sin embargo, los dos tweets de Ivanka, no hicieron otra cosa que complicar el panorama para su padre, que horas antes se había pronunciado, de manera neutra y poco enérgica, respecto de los incidentes que dieron la vuelta al mundo.
En su cuenta, la "primera hija" tuiteó que "En el mundo no debería haber lugar para el racismo, la supremacía blanca y los neo nazis. Debemos unirnos todos como americanos, y ser un solo país unido".
Las críticas llegaron, por una parte, por el uso de palabras como "racismo", "supremacía blanca" y "neo nazi", que faltaron en las declaraciones que entregó su padre respecto del mismo incidente, y se le acusó de ser demasiado "blando" y poco categórico a la hora de condenar los hechos.
Cuando habló con la prensa, Trump padre no otorgó responsabilidades a nadie en particular, siendo interpelado por miembros de su propio partido. "La maldad debe ser llamada por su nombre", fueron las críticas que le llegaron.
Por el lado de Ivanka, muchos reclamaron por la hipocresía de sus palabras. Especialmente por no condenar las innumerables palabras de odio de su padre hacia inmigrantes y ciudadanos de otras razas, ni cuando, tras declararse ella un ícono LGBTIQ, no hizo nada ante la medida de su padre de prohibir la entrada de ciudadanos transgénero a las fuerzas armadas.
Además, hubo personas que le respondieron, asegurando que no es de ella de quien esperaban estas reacciones tan enérgicas, sino de su padre, el Presidente: