Sin embargo, ante la presencia de agentes de seguridad se dieron cuenta “que es una misión suicida y que no hay ninguna posibilidad que salgan con vida”, por lo que abortaron la misión.
También se refirió a las motivaciones de Michael Tonwley para asesinar, las que eran "extremadamente infantiles (…) tenía desde niño afán de ser agente secreto".
Basso aclaró que "no hay ni una gota de ficción en el texto".