El pasado miércoles 26 de julio Donald Trump lanzó tres tuits en los que declaraba que "el Gobierno de EEUU no aceptará o autorizará a individuos transgénero servir, en ninguna posición, como militares". La noticia provocó una más que notable controversia, tanto entre la oposición demócrata como entre algunos republicanos.
¿Cómo justificó esta decisión? El mandatario explicó que la decisión para rechazar a transgéneros en las fuerzas armadas era el “costo médico y la perturbación que implicarían para el Ejército”.
Ante sus palabras la prensa estadounidense comenzó a publicar un documento de Rand Corp de 2016 para el Departamento de Defensa, que reveló que el Pentágono gasta cinco veces más en Viagra, que el eventual costo de los medicamentos que necesitarían las personas transgénero.
Según los cálculos, mientras el tratamiento de género cuesta entre 2,4 y 8,4 millones, el gasto en la pastilla azul es de 41,6 millones de dólares por año. Asimismo, no hay claridad por qué el ejército gasta tantos millones en este fármaco que ayuda a tratar la disfunción eréctil.