La falta de luz, las lluvias y las bajas temperaturas no solo afecta el ánimo, este estado es conocido como trastorno afectivo estacional (TAE) y también afecta la actividad sexual, ya que se ha registrado que quienes padecen de TAE tienden a mostrar una baja en el deseo sexual con el cambio de estación.
Natalia Guerrero sexóloga clínica Medical Center, declara que: "El trastorno afectivo estacional se debe diferenciar de una depresión, ya que la primera responde a un desgano".
"Los seres humanos somos parte de la naturaleza y a medida que cambia el sol o las horas de luz solar, a medida que cambia la temperatura del entorno que nos rodea, nuestro cuerpo también se regula para poder hacer frente a este entorno de la mejor manera posible. Por lo tanto, una cosa es tener una sana adaptación a los cambios climáticos y horas de luz solar y otra cosa es que esta adaptación sea más dificultosa ", aclara la especialista.
La falta de apetito sexual también se relaciona con la baja producción de vitamina D, debido a que durante esta estación del año tenemos menos horas de sol y la luz solar facilita la transmisión de algunos neurotransmisores que facilitan el deseo sexual.