René Arturo Carrasco había sido condenado a cinco años y un día de cárcel por el robo con intimidación de un celular, pese a que durante todo el juicio alegó ser inocente del crimen. El hecho ocurrió en el sector de Lonco, Coronel.
La fiscalía de Concepción basó todo el caso en el testimonio de la víctima y en un reconocimiento fotográfico del presunto ladrón. Sin embargo, a última hora, la historia dio un vuelco a favor de Carrasco: El verdadero culpable, conocido del imputado y cuyo nombre incluso entregó en los últimos días del juicio, apareció para asumir su responsabilidad.
Se trata de Humberto Valenzuela Figueroa, quien fue hasta una notaría y luego a Carabineros para autodenunciarse.
“El caso mío sale a la luz porque la persona que cometió el delito tuvo buen corazón y se dio cuenta que tengo una hija de tres meses, otra hija de ocho años y se me estaba pidiendo una condena de 10 años y un día por un delito que yo no había cometido”, comentó Carrasco a Radio Cooperativa.
Por su parte, el defensor penal público José Ignacio Mora señaló que “la mayor cantidad de errores judiciales y condenas de personas inocentes deriva justamente de reconocimientos fotográficos errados”.
"En este caso no se cumplió con ningún estándar, ni con los protocolos que han sido acordados entre la Policía de Investigaciones y el Ministerio Público, ni siquiera los estándares básicos que puedan existir para que un reconocimiento fotográfico tenga algún mínimo nivel de confiabilidad", añadió.