A los 77 años falleció el actor Michael Parks, fetiche de directores como Quentin Tarantino, Robert Rodriguez y Kevin Smith.
Smith, quien lo dirigió en sus dos últimos filmes, "Red State" y "Tusk", comunicó la noticia de su deceso en su cuenta de Instagram.
"Michael era y probablemente continuará siendo el mejor actor que he conocido nunca", escribió el realizador en la red social.
En su carrera, Parks se convirtió en un secundario de lujo en filmes como "Kill Bill", "Death Proof", "Django Unchained", "La Biblia" o "El asesinato de Jesse James por el cobarte Robert Ford". Además, dijo presente en los últimos capítulos de "Twin Peaks".