Una ducha fría en la mañana puede ayudarte a despertar de golpe, pero también puede servir de ayuda para perder peso.
Rosario Outón Pérez, entrenadora personal, dialogó con El Mundo y aseguró que el cuerpo tiende a mantener su temperatura a 37 grados, y si la exterior es más baja, gastará calorías intentando regularla.
"Todavía se sigue investigando cómo se activa el tejido adiposo marrón (la grasa cuya función principal es la producción del calor) a bajas temperaturas relacionado con el gasto calórico y el metabolismo de carbohidratos", comentó la experta.
En este sentido, una publicación de Nature Reviews Endocrinology aseguró que este tejido podría activiar el metabolismo lipídio y glucídico en el organismo, ofreciéndose como una ventaja ante enfermedades como la obesidad. Eso sí, el frío por sí solo no ayudará sin una vida saludable.