A cinco años de la muerte de Whitney Houston el festival de cine de Tribeca acaba de estrenar un nuevo documental sobre la estrella. Una cinta que ya ha empezado a generar polémica, ya que explota un tema nunca antes tratado, la bisexualidad de Whitney Houston y su relación con quien fue su mejor amiga, Robyn Crawford.
"Whitney: Can I Be Me", dirigida por los especialistas biopics, Nick Broomfield (Kurt & Courtney) y Rudi Dolezal (Freddie Mercury), explica que en los últimos años de su vida Whitney Houston se encontraba en medio de continuas peleas entre su marido Bobby Brown y Crawford. “Bobby Brown y Robyn eran como el fuego y el hielo. Se odiaban”, recuerda en la película David Roberts, guardaespaldas de la cantante en quien se basó la famosa película que Whitney Houston protagonizó en 1992 junto a Kevin Costner.
“Robyn y Whitney eran inseparables. Tenían un vínculo y Bobby Brown nunca pudo apartar a Robyn. Él quería ser el hombre de la relación”, cuenta Kevin Ammons, que formaba parte del equipo de seguridad de la intérprete.
Según Ellin Lavar, cuando Crawford se apartó de la cantante tras su gira en 1999 empezó el declive de la estrella. Tras su muerte Crawford redactó un obituario para la revista Esquire, en el que la definía como una “amiga leal que parecía un ángel”. “Amaba su risa, eso es lo que voy a echar más de menos”, escribía.
La relación, aunque siempre se había rumoreado, se mantuvo en secreto por respeto a la madre de la cantante quien en 2013 dijo a Oprah Winfrey que le habría molestado que su hija fuera homosexual.