La empresa canadiense de vibradores We Vibe, se encuentra envuelta en un problema legal, esto porque se encuentra acusada de guardar información del uso de sus productos sin el consentimiento de los usuarios.
La historia de estos “vibradores espías” comenzó cuando una pareja de hackers de Nueva Zelanda dejó en evidencia a la empresa, tras probar que el vibrador inteligente enviaba información a sus servidores mientras éste se encontraba en funcionamiento.
El producto, que se compone de un dispositivo que es controlado a distancia a través de una aplicación enviaba información sobre, temperatura, frecuencia y la intensidad a la que está siendo ocupado en tiempo real.
Cuando los usuarios se enteraron de que el producto vulneraba su privacidad interpusieron una demanda en contra de la empresa. Como resultado del litigio, la empresa de Ottawa ha sido obligada a destruir los datos ya recolectados.
Por su parte la empresa alegó que estaban usando los datos para mejorar la experiencia del usuario. Así, por ejemplo, se dieron cuenta de muchos usaban la configuración más alta, por lo que tenían que seguir mejorándola.
Además, alegaron que no habían hecho nada ilegal, aunque sí se comprometieron a vaciar sus servidores de toda la información personal relacionada con el vibrador y dejar de recolectarla.