Las consecuencias tras el bullado error en la entrega de los Oscar no paran: los responsables del fiasco, consultores de la empresa PwC, debieron contratar guardaespaldas.
Martha Ruiz y Brian Cullinan, trabajadores de la firma y encargados de contabilizar los votos del jurado y de velar por los sobres con los ganadores, tienen que estar protegidos por seguridad privada tras su error. Así lo explicó la propia consultora a The Hollywood Reporter, asegurando que han recibido correos electrónicos con amenazas de muerte.
Además, los dos protagonistas del papelón han visto cómo sus hogares se han rodeado de curiosos y desconocidos, situación que finalmente motivó a PwC a tomar cartas en el asunto.
"La compañía consideró necesario tomar esa medida por la cantidad de gente reunida fuera de sus casas", dijo un portavoz de la empresa.