Siempre hemos escuchado que el pop nos hace felices, la música clásica nos relaja y el metal no vuelve violentos pero ¿Qué tanto hay de cierto en esta creencia? Un artículo publicado por la BBC termina con los mitos detrás de los diferentes géneros musicales.
Un estudio realizado por la psicóloga Genevieve Dingle y sus colegas de la Universidad de Queensland, en Australia, sugiere que música que suena más bien violenta como la de Manson puede ayudar a suavizar nuestros impulsos más agresivos.
"Escuchar música extrema puede convertirse en una manera saludable para procesar la rabia de los individuos", comenta Dingle.
Mientras que la investigación de Naomi Ziv, la psicóloga de la Universidad de Estudios Académicos de Gerencia, sugiere que las canciones "fáciles de escuchar" y felices pueden ser más peligrosas e incluso alterar el juicio moral de las personas.
Todavía no está claro exactamente cómo la música puede influenciar el comportamiento más allá del laboratorio, aunque Ziv sospecha que el efecto puede ser profundo.
"Hay investigaciones que demuestran que cuando estás de buen humor, eres proclive a aceptar más cosas y la manera en que procesas la información que recibes es menos rigurosa".
Para reforzar su punto, ella menciona la violencia de los fanáticos del futbol y la influencia que puede tener las canciones de los equipos: "La música puede crear un sentimiento de cohesión y entendimiento. Cuando las personas hacen cosas juntas están más inclinadas a llegar a acuerdos entre sí. Esto lleva a algo llamado pensamiento colectivo, que puede generar un deterioro de los principios morales".