George Michael y Prince fueron homenajeados en la reciente edición de los Grammy, y los tributos estuvieron a cargo de Adele y Bruno Mars, respectivamente.
La británica, gran ganadora de la velada, se despachó una sombría versión de "Fastlove", aunque un error suyo empañó la presentación: se le olvidó parte de la letra y pidió comenzar el tema de nuevo.
"Sé que es televisión en vivo. Lo siento, pero no puedo repetir lo del año pasado (...) Déjenme empezar otra vez", dijo a modo de disculpa.
Tras una fuerte ovación, la cantante retomó la interpretación y terminó el show al borde de las lágrimas.
Quien no tuvo problemas en su tributo fue Bruno Mars, quien se caracterízó con el clásico púrpura de Prince y deslumbró con una rendición de "Let's Go Crazy".