El domingo pasado la administración de Trump le declaró la guerra a los medios, con un "farse" que dejó a todos los periodistas con la boca abierta:“los hechos alternativos”, una especia de realidad paralela con la que el equipo del presidente busca construir una “nueva realidad”.
La frase la acuñó el domingo la estratega del gobierno, Kellyanne Conway, cuando trataba de defender al presidente y al portavoz Sean Spicer que había asegurado que la cantidad de público para la investidura de Trump había sido récord histórico, “tanto en personas como alrededor del mundo”.
Cuando un periodista de NBC preguntó a Conway por qué Trump había enviado a su portavoz a expresar una “falsedad comprobable” sobre la ceremonia, la consejera respondió que “Spicer dio hechos alternativos”, ante el asombro del periodista que le respondía que no eran alternativos, sino falsos.
La declaración produjo una ola de críticas en Twitter, memes y todo tipo de comentarios, incluso el hashtag #alternativefacts de transformó en Trendic Topic. Una de las que se burló de las hilarantes palabras de Conway fue Courtney Love quien reescribió su biografía utilizando “hechos alternativos”. Como por ejemplo que Courtney Love sería su nombre de nacimiento, que habría asistido a Yale y que nunca en su vida habría consumido drogas. Hechos que muy bien sabemos que son falsos.
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