Los llamados Vengadores, Pablo Ruiz Dupré y Fabrizio Ruiz de Gamboa Navarro, han estado por toda la prensa nacional. Ellos fueron los dos jóvenes que decidieron tomar la justicia por sus manos y simularon ser detectives de la PDI.
Usaban identificaciones policiales falsas, hasta que los atraparon. Uno de ellos (Ruiz) habló el periódico nacional El Mercurio, sobre el orígen de esta práctica y cuentan que fue desde que vieron un terrible asalto a un inválido, lo que los hizo pensar en esto: "Unos flaites arrastraban a un inválido. Lo arrastraron como 10 metros, para sacarle lo poco y nada que tenía. Cuando lo rescatamos, él nos decía que podía ver el aura de las personas. Estando ahí carabineros, me decía que tenía un aura muy radiante. Y él nos veía como ángeles (...) Eso que nos dijo fue gratificante. Nos dio para pensar muchas cosas", contó Ruiz.
La idea de salir, aseguró el joven de 20 años, fue de los dos, y aunque tenían claro la ilegalidad de esta práctica, "era más importante ayudar": "Es que esa sensación alguien tiene que vivirla para poder entendernos. Para ellos éramos su segunda oportunidad de vida", comentó.
Respecto a las consecuencias de este delito, Ruiz dice que si se caen, caerán los dos, lo mismo si tienen que salir: "Los dos compartimos el tener sueños muy altos. Yo tengo sueños súper imposibles: quiero llegar hasta donde nadie ha podido hacerlo. Por ejemplo, soy fanático del cine de acción: "Tango & Cash", "Duro de Matar", "Rambo" (...) Y eso lo heredé de mi tata; crecí viendo películas de ese tipo de héroes con mi tata. Pero aun así, admiro a la persona que está detrás del personaje. Me encantaría llegar donde están ellos y codearme con los grandes".