Nina Keneally tiene 63 años, vive en Brooklyn, tiene dos hijos biológicos y otros tantos repartidos por todo Nueva York. Y es que por un precio razonable Nina ofrece ser tu segunda madre. Parece increíble, pero es verdad y resulta que le va muy bien.
Todo comenzó hace dos años cuando se mudó junto a su esposo a Bushwick Brooklyn. Una zona con muchos jóvenes adultos con los que Nina Keneally empezó a congeniar en clases de yoga y paseando al perro por el parque. "Ellos comenzaron a conocerme y confiar en mí, algunos de ellos me pedían consejo y apoyo. Así que me pareció que podría haber una necesidad de este tipo de servicio", explicó en una entrevista.
Tanto ha sido su éxito que hoy ya tiene una web en la que ofrece sus servicios de madre de alquiler llamado “Need a mom”, que funciona bajo el eslogan “Cuando necesitas a una madre, pero no tu madre”. Allí explica sus servicios y los precios: dos sesiones, si eres un cliente nuevo, sale 30 dólares; 40 dólares la hora es el precio para un cliente regular; 140 dólares vale un pack de cuatro sesiones y un intercambio de mensajes durante media hora cuesta 20 dólares.
Sus hijos/clientes son hombre y mujeres entre 20 y 30 años que buscan una figura materna con quien hablar sobre su trabajo, sus amigos, sobre el amor y problemas con sus madres reales. Nina aconseja solo cuando se lo piden, ofrece enseñar a cocinar, a planchar las camisas y acompaña a hacer las compras al supermercado. Incluso se queda a ver una película si te sientes solo o puede comprarle un regalo de navidad a tu propia madre.
"Disfruto de todos ellos por una razón u otra, me encanta cuando parece que sacan algo positivo de nuestras sesiones", confiesa. "Yo no hago nada por ellos. Si ellos quieren aprender a cocinar, voy con ellos a la compra y cocinamos juntos para conseguir hacer una receta, pero yo solo les ayudo a conseguir esas nuevas habilidades, no a ser dependientes o sustituir a su madre", aclara.