Rafael Garay era de los buenos, al fin y al cabo. Bueno para gastárselo todo con los amigos en el carrete. Así contó Camila Bellota, stripper del famoso club de Valparaíso "Diosas", en una entrevista con el diario La Estrella de Valparaíso, revelando que el economista era cliente regular del club.
Y no sólo cliente, sino amigo de las chiquillas. El ingeniero comercial llegaba a gastar grandes sumas de dinero, invitando tragos para todos, y con una actitud un tanto violenta. "Nunca me gustó su vibra, por eso nunca me acerqué más de la cuenta a él. Se veía un tipo violento, al local llegaba con aires de violencia”, contó Camila.
"Gastaba montos superiores al millón de pesos en una noche, considerando que la botella de alcohol cuesta más de 200 mil pesos. Consumía tanto que una vez llegó a gastar 20 millones con amigos. Siempre contaba una que otra historia, por ejemplo que él no podía tener hijos y que una vez en la India se había muerto un niño en sus manos. Eran historias raras porque a veces los datos no concordaban", relató la chica.
Pero parece que no todo era felicidad para el prófugo. Porque según contó, también se ponían emotivas las cosas: "Una vez lo vi llorar con una de mis compañeras. Él estuvo llorando harto rato y mi compañera lo consoló por bastante tiempo; eso me pareció muy extraño. Era cuando se supone que tenía el famoso cáncer", contó.
Y es que, al parecer, lo que iba a buscar era compañía más que otra cosa: "Él contrataba a las chichas no para tener relaciones, sino para que lo acompañaran a fiestas”, contó. "Muchas veces pagaba y se quedaba dormido ahí mismo, mientras las demás chicas tomaban el trago que había comprado (…) siempre andaba solo, buscando compañía en la noche".