"La muerte de David vino como una completa sorpresa, como todo lo que se trataba de él. Siento un tremendo vacío ahora.
Nos conocíamos desde hace más de 40 años, en una amistad que siempre estuvo teñida de ecos de Pete And Dud (comediantes). Durante los últimos años - con él viviendo en Nueva York y yo en Londres- nuestra conexión era por email. Firmábamos con nombres inventados: algunos de ellos eran Mr Showbiz, Milton Keynes, Rhoda Borrocks y The Duke Of Ear.
Un año atrás comenzamos a hablar de Outside- el último disco en el que trabajamos juntos. A los dos nos gustaba mucho y sentimos que se cayó un poco. Hablamos de volver a revisarlo, llevarlo a algún lugar nuevo. Tenía muchas ganas de hacer eso.
Recibí un correo electrónico de él hace 7 días. Fue divertido como siempre y surrealista, recorriendo juegos de palabras, alusiones y todas las cosas que hacíamos habitualmente. Terminó con esta frase: 'Gracias por los buenos tiempos, Brian. Nunca se pudrirán'. Y lo firmó como 'Dawn' (Amanecer).
Ahora me doy cuenta que se estaba despidiendo."