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Familia y ex esposa de Scott Weiland: "No glorifiquen esta tragedia"

Han pasado sólo unos días de la muerte de Scott Weiland y una serie de tributos han aparecido celebrando su legado.

Uno de los más impactantes fue la carta de la exesposa del cantante de Stone Temple Pilots, quien estuvo casada durante siete años con el músico y también es la madre de sus hijos Noah y Lucy.

Esta es la carta traducida que fue publicada en Rolling Stone:

El 03 de diciembre del 2015, no fue el día en que Scott Weiland murió. Es el día oficial para que la gente lo recuerde, y fue el último en el que pudo pararse frente a un micrófono por razones financieras o el entretenimiento de otros. La gran cantidad de condolencias y rezos para nuestros hijos, Noah y Lucy, ha sido abrumador, agradecido y muy reconfortante. Pero, la verdad es que, como muchos otros niños, ellos perdieron a su padre hace muchos años. Lo que realmente perdieron el 03 de diciembre fue la esperanza.

No queremos menospreciar el talento de Scott, su presencia y habilidad para brillar en cualquier escenario. Mucha gente ha sido muy generosa y ha expuesto su don. La música está para quedarse. Pero, en algún momento alguien tiene que salir y decir que sí, esto va a pasar de nuevo, porque como sociedad incitamos esto. Leemos reseñas horribles, vemos videos de artistas cayéndose, imposibilitados de leer sus letras que están siendo pasadas por un teleprompter a sólo metros. Y luego apretamos "Añadir al carro" porque lo que realmente pertenece a un hospital ahora es considerado arte.

Muchos de estos artistas tienen hijos. Hijos con lágrimas en sus ojos, experimentando pánico porque lloran demasiado. Te puedes preguntar "¿Cómo podemos saber eso? Nosotros leímos que le encantaba pasar tiempo con sus hijos y que había estado sin drogas por años" En realidad, lo que no querías conocer, era un hombre paranóico, que no podía recordar sus canciones y que sólo fue fotografiado junto a sus hijos un par de veces en 15 años de paternidad (...) Yo siempre supe que algún día iban a sentir y ver todo lo que había intentado protegerlos, y que serían muy valientes para decir, "Ese desastre era nuestro padre. Lo quisimos, pero una mezcla de amor y decepción construyó nuestra relación con él.".

Incluso después de nuestra separación, pasé muchas horas tratando de calmarlo de su paranoia, empujándolo a la ducha y llenándolo con café, sólo para que pudiera ir a un show de talentos de Noah, o el musical de Lucy. Esos encuentros eran mis intentos de darle a mis hijos algo de normalidad junto a su papá. Pero, cualquier cosa más larga se transformaría en un momento de temor e incómodo para ellos (...) Habían momentos en que el Servicio de Protección de Menores no lo dejaba estar sólo con ellos.

Cuando Scott avanzó a otra relación, yo esperaba que eso lo inspirará (...) En cambio cuando se casó, los niños fueron reemplazados. No fueron invitados a su matrimonio. Nuestro dulce niño Católico, ahora se rehusaba a participar en una obra de Navidad en la que sus hijos participaban, argumentando que ahora es ateo. Nunca pisaron un pie en su casa, y no recuerdan la última que lo vieron en un día del padre. No comparto esto para que ustedes lo juzguen, lo hago porque seguro conocen algún niño en los mismos zapatos.

Este es el largo camino de nuestra despedida de Scott. Aunque no tenemos otra opción, quizás nunca deberíamos haberlo dejado ir. O quizás estos últimos años de separación fueron sus regalados de despedida para nosotros (...) En los últimos años podía escuchar su tristeza y confusión cuando me llamaba de noche, generalmente llorando por su incapcidad de separarse de las personas negativas y de las malas decisiones. No puedo decir que no descanse, o que debe estar en un lugar mejor. Él pertenece a sus hijos, parrillando en el patio y esperando el juego de Notre Dame. Estamos enojados y tristes por su partida, pero estamos más devastados porque escogió rendirse.

Noah y Lucy nunca buscaron la perfección de su papá. Sólo esperaban un poco de esfuerzo. Si eres un padre que no está dando su mejor esfuerzo, todo lo que se pide es que trates un poco más y no te rindas. Progreso, no la perfección, eso pedían tus hijos. Nuestra esperanza por Scott ha terminado, pero todavía hay esperanza para otros. Escojamos por primera vez no glorificar esta tragedia con el tema del rock and  roll y los demonios. Sáltense la deprimente polera con el "1967- 2015", usa ese dinero para llevar a un niño a un juego o a comer un helado.

 


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