Siempre se habla de la conexión que tienen los bebes con sus madre y casi nunca se habla de los padres. Aunque, obviamente el parto puede ser estresante para todos los integrantes de la familia.
Ahora, muchos especialistas coinciden en que los modelos actuales de familia, "donde los roles tradicionales en el cuidado del bebe tienden a compartirse", los padres también son capaces de experimentar frustraciones y depresiones después del parto.
En el periódico La Nación, el psicoanalista Javiera Díaz, dice que "la lógica inicial que impone lo corporal como primacía privilegiada de la madre en relación con su hijo", es lo que marca la diferencia con la paternidad. Sin embargo, Díaz, asegura: "Los hombres suelen experimentar un cansancio inmotivado, desgano, dificultades para dormir, disminución del apetito y dolores corporales. Además, como decía Freud, hay hombres que no están preparados para tolerar el hecho de poder amar y desear a una mujer que se ha convertido en madre. Y se les hace difícil fusionar, hacer convivir la corriente tierna con su corriente sexual.", finaliza.