La cantante irlandesa de 48 años tuvo un complejo fin de semana. Todo comenzó el domingo, con la publicación en su Facebook oficial de un extenso mensaje que anunciaba que estaba en un hotel y que había “tomado una sobredosis”.
¿Los motivos? Una “serie horrible de traiciones” dentro de su familia y entorno, que la mantienen alejada de sus cuatro hijos y con serios problemas para continuar su carrera musical.
Durante 2015, O´Connor canceló una gira para cuidar a su hijo enfermo, se sometió a una histerectomía y luego denunció una estafa de su agencia de managers que la dejó en la ruina. Los líos financieros la llevaron a aceptar tocar tres conciertos por 500 euros, algo insólito para una artista de su categoría. Antes de la nota suicida, la irlandesa declaró “la música se ha acabado para mí, nunca voy a volver a la música”. Afortunadamente, la policía irlandesa logró localizarla y llevarla a un centro médico en Dublín, donde se recupera.
La artista editó su disco del regreso “I´m Not Bossy, I´m the Boss” en 2014, con buenas críticas, y fue parte del Festival WOMAD Chile en febrero pasado. Para 2016 está programada la edición de sus memorias, que suman ahora un dramático capítulo.