La investigación realizada a 1.300 personas arrojó que un tercio de las mujeres comen más viviendo en pareja, mientras que un tercio de su contraparte comienza a alimentarse con productos más sanos como vegetales, yogurth y ensaladas, los que no acostumbraba a consumir en soltería.
Los especialistas recomiendan tener en cuenta el gasto de calorías y nutrientes antes de alimentarse, pues al preparar comida juntos hace que hombres y mujeres consuman lo mismo en cantidades igualitarias. "La fusión de la dieta con la de su pareja y no tomar en consideración las necesidades nutricionales específicas tiene implicaciones más allá de la cintura”, comentó la nutricionista Fiona Hunter.
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